Hoy por hoy, pocos barcos interoceánicos pueden hacer sombra al Queen Victoria en diseño, innovación, elegancia y atención al pasajero. Su estampa evoca a los grandes barcos clásicos, pero en su interior incorpora las mayores innovaciones en seguridad y una atención por el detalle única. En la decoración hay numerosos recordatorios a personalidades históricas y políticas que alguna vez tomaron parte en algún crucero organizado por la naviera Cunard Line.
El Queen Victoria tiene capacidad para 2.000 pasajeros, a los que distribuye en 1.010 camarotes. Todos brillan por su mobiliario moderno, funcional e íntimo, y están equipados con televisión vía satélite, aire acondicionado o minibar. Los precios varían mucho, desde las cabinas interiores sencillas hasta las grandes suites y las penthouse, con balcones privados y servicio de mayordomo.
El Britannia Grill, el Princess Grill y el Queens Grill son tres restaurantes, cada uno asignado a un tipo de camarote, en los que se puede degustar la excelente gastronomía que se ha convertido en rasgo diferenciador de la flota. El prestigioso chef Jean-Marie Zimmermann se ha encargado personalmente de la elección de cada plato. Como complemento, en The Lido se sirve comida caliente y fría en modo buffet.
The Royal Court Theatre, el Casino y el Queens Roomy son espacios comunes en los que dar rienda suelta a las emociones. Sobre cada escenario desfilan artistas de trayectoria reconocida. En la segunda cubierta se encuentran los locales The Veuve Cliquot Champagne Bar, el Cafe Carinthia y el Chart Room Bar, en los que dejarse aconsejar por los barman es una excelente decisión.
El amplio spa, en la cubierta nueve, ofrece la posibilidad de recibir tratamientos de rejuvenecimiento o de belleza, al igual que masajes relajantes o terapéuticos. El idioma oficial a bordo del Queen Victoria es el inglés, y la moneda de curso el dólar estadounidense.